En la época de la industrialización, el puerto de Le Havre fue el más importante de Francia en tráfico de mercancías después del de Marsella. De ahí que Uwe Rosenberg diseñara en 2008 éste juego, ambientado en el puerto de Le Havre, con el foco puesto en el trajín de mercancías y en la expansión de dicho puerto.
La mecánica es muy sencilla. En su turno, cada jugador ha de escoger entre: o bien llevarse todos los recursos que se hayan acumulado en una casilla de suministros, o bien usar su ficha de acción para realizar una acción en un edificio.
Como en todos los juegos de gestión de recursos, tendremos que pensar nuestras acciones por anticipado, y también tratar de prever las intenciones de los demás jugadores. Y como en muchos de los juegos de Uwe Rosenberg, algo de vital importancia será asegurarnos la comida, por que al final de cada ronda habrá que alimentar a nuestros marineros.
Los edificios disponibles para ser construidos irán apareciendo en progresión. Primero tendremos edificios muy básicos, que nos permitirán abastecernos de pescado, pan y carne para comer, pero conforme el juego avanza podremos ir a transformar madera en carbón vegetal, hierro en acero, o pieles en cueros, para luego venderlos y así amasar fortuna.
Los edificios pueden ser propiedad de un jugador o bien de propiedad municipal. En éste sentido, Le Havre tiene un punto especulativo muy divertido. Lo guapo de privatizar edificios es que los demás jugadores tendrán que pagar a su propietario para ir a realizar la acción del edificio. Así, la carrera por construir los astilleros está servida! Y una vez tengamos los astilleros listos, habrá que ir a construir barcos para poder vender las mercancías.
Al final del juego, quien posea la mayor fortuna en patrimonio y en francos, habrá ganado la partida.
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De 1 a 5 jugadores
Edad: a partir de 13 años
Edita en español: Homoludicus (Devir)
De 60 a 120 minutos, dependiendo del número de jugadores y de la variante (versión reducida o normal)
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